Debería darte vergüenza, era tan solo una niña cuando vinculaste tu existencia a mi libertad. Paradójica y dulce dependencia. Como caminar sin ropa sobre la arena del mar y que se te hundan los talones.
Detesto mi manía de salir a encontrarte incondicionalmente, eso me hace tan frágil ante ti, pero más odio que tu sabiéndolo te empeñes en perderte. No eres el centro del mundo aunque lo seas para mi.
¿Te he hablado alguna vez de la música? Si, ya se que no compartimos los mismos gustos, yo pongo una canción y comienzo hablarte del mensaje que esconde, tú solo quieres oír el ritmo. A mi me vale, en ese momento te sacas de la chistera la única cosa que consigue taparme la boca. Un beso, me callas con un beso y a mi me vale, y a mi me sobra.
Porque se me asemeja a la magia, ¿Te he hablado alguna vez de la magia? La magia es eso que haces tú cuando quiero llorar y me arrancas una carcajada, y por parte me cabreo porque quería ponerme seria, pero te lleno de saliva al reírme y a ti te sabe dulce, y no me queda más remedio que volver a sonreír, mago de pacotilla, siempre un As bajo la manga...
Porque se me asemeja a la magia, ¿Te he hablado alguna vez de la magia? La magia es eso que haces tú cuando quiero llorar y me arrancas una carcajada, y por parte me cabreo porque quería ponerme seria, pero te lleno de saliva al reírme y a ti te sabe dulce, y no me queda más remedio que volver a sonreír, mago de pacotilla, siempre un As bajo la manga...
Hoy me he estado acordando de la humedad, del calor y los relámpagos, creo que nos va haciendo falta una tormenta de verano. Pero no si juntos no acabamos empapados, ya sabes, como siempre.