Ya te quiero, ¿y ahora qué?
Y se hicieron labios en todos los
espacios,
Fueron ocupas del tiempo vacío de
responsabilidades.
Aprendieron a ganar guerrillas en
los cuartos,
Y ella introducía saliva entre la
piel y los huesos de él.
Para que no se secara nunca,
Para que nunca olvidara su sabor.
Que era pequeña pero amaba
grande,
Como todos los abismos de los
días en que no están.
Y sobrevivían a la vida.
Y morían de calor en los
colchones.
Y sus manos la hacían de carne y
de agua.
Se regaban, para que crecieran en
las ausencias.
Gran vía no era igual sin que le
agarrara la cintura,
El km 0 se quedaba en negativos,
Y juraba que no volvería a la
capital sin los besos de él.
Que las ciudades sólo eran especiales
Porque él la mantenía en
equilibrio sobre los tacones,
Y podía recorrer las calles 10 cm
más alta.
Antes de que toda la inercia del
otoño
Le volviera chiquitita,
Insignificante a la rutina de apuntes
y cafés.
De la ciudad vacía de él.
Y sin embargo,
Volvía…
Wow!... Tengo meses leyéndote y la verdad es que me encanta la forma en que escribes.
ResponderEliminarSolo una pregunta. ¿Es tu voz?
Sí, es mi voz. Gracias.
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