29 oct 2013

Aún arden.

Para "L". Por amar por encima de los daños. 




La chica de los huracanes en el pelo en el principio se resistía a caer.
Pero todo él era campo gravitatorio, y poco se puede hacer contra las leyes de la naturaleza.

Y ella le hizo ley. 

Se tiró.

Sin paracaídas, sin protección.  Conociendo la inseguridad de volar junto a él, Que vendía humo… Sabiendo que allí abajo el suelo era duro. Prefirió flotar. Y se ahogaba cada noche en cada una de sus canas.

De pronto la tierra. De pie. Aún le quedan cinco vidas. Pero duele. Todo son escombros. Todo ruinas.
Él la quiere, pero no sobre todas las cosas, ni si quiera por encima de él. La ama tanto como para no querer que se vaya. Pero tan poco como para desear que otras le deseen.
Y ella se aleja.  Bajar la guardia solo la arrastra a todas sus heridas. Tiene el alma llena de grietas y abismos, de tanto  intentar vaciarse de sus mentiras. Lo intenta. Insiste. Imposible.

Y se mata con él como hace con el tabaco.

Amar puede matar.

Amar perjudica gravemente su salud y la de los que están a su alrededor.

Él era pura nicotina. Y ella nunca había sido más adicta en toda su vida.
Será que la autodestrucción va ligada a los sentimientos. Sabía que era contraproducente, perjudicial. Sabía que le iba a doler tanto placer. Pero se creía capaz de salvarle de todos sus infiernos. De recomponerle.

En lugar de ello se hundía con él en su oscuridad, en cada uno de sus muerdos, cada vez que su sonrisa le atravesaba la ropa interior. Incendiando su cama. Y a la mañana siguiente las cenizas aún quemaban.

Aún arden.

Y nunca termina lo que nunca acaba de quemarte





2 comentarios:

  1. Joe Cris, que bonito....y que lástima que tengamos que pasar por esto a través de quien más nos duele....

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  2. Te has vuelto a superar. Que grande eres.

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Coge altura. Deja señales.