9 oct 2013

"Y yo nunca he tenido el corazón tan rojo".



Supongo que si fuera fácil no disfrutaríamos de lo intenso.
Tú ya eres experto en hacer que te oiga en mitad del ruido.
Y los abismos solo es el tiempo que transcurre entre tu salto,
tu caída y mi sonrisa, si tropiezas en mi cama.

Porque al final de todas las cosas el problema no era el iceberg.
El problema era si nos dejábamos o no ahogar,
pero en esa tabla siempre ha habido sitio para los dos.
Por eso no tiene sentido tu miedo si todo en ti son precipicios.
Soy yo la del vértigo en tu espalda.

Dime a qué te dedicas a parte de a iluminarlo todo.
Como ese día en el que pensaba que eras incendio.
Y nos vertí sobre las sábanas para apagarte.

Eres mi incapacidad de poner en orden mis principios.
Tanto que ya no sé si son finales con puntos suspensivos.

¿A dónde vas tan lleno de magia?
Y cuando repartieron lo inevitable, tú eras el primero de la fila.

Ayer no fue un buen día.
¿De qué sirve la vida si no me la revientas?
Ya no tengo ganas de ser como los demás.
Ya solo quiero ser contigo.

Somos jodidos kamikazes de lo sentimental y hace tiempo que eres mi “Zahir”.
Siento que tiene sentido, sentir.
Que cuando los años y la ginebra borren todos los asaltos,
El corazón habrá sobrevivido
porque “nunca lo he tenido tan rojo”


Esta vez ya no son ganas. Es impaciencia.


 VEN!

9 comentarios:

  1. He de decirte que me encanta como te expresas. Sigue escribiendo, por favor.

    ResponderEliminar
  2. Haznos un favor: No cambies, sigue haciendo que el corazón lata con más potencia a cada párrafo acordandonos de esa gente que nunca debimos permitir que saliesen de nuestras camas. Gracias por esa sensación.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, me hacéis inmensamente feliz con vuestros comentarios.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No agradezcas el hacernos sentir felices, porque no siempre lo haces, y es lo que me tiene enganchado a este blog; Tus post juegan con frases que, igual que hacen recordar grandes guerras entre sábanas, son capaces de hundirnos en recuerdos pasado; y si, quizás es mi personalidad bipolar, o quizás es que tu manera de escribir es una suerte de Guadiana sentimental con sus altos y bajos. Pero sea como fuere, sigue por favor.

      Eliminar
  4. No hace mucho descubrí tu blog. Tan solo me bastaron dos horas para leerme todas las entradas que había publicadas, y desde entonces lo consulto a menudo ya sea para releer como para comprobar si hay una nueva entrada. Incluso hay textos que me sé de memoria.
    A medida que iba leyendo, cada publicación me parecía mejor que la anterior. Te superas constantemente.
    Ojalá algún día te recompensen y puedas conseguir compartir tu don con mucha más gente. Gracias por ofrecérnoslo y por favor, no dejes de hacerlo, llegas a ser adictiva.

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola! Me ha encantado tu blog, sinceramente esta entrada me parece la guinda de todo lo que llevas haciendo hasta ahora. ¡Sigue así!
    Por otro lado, me gustaría realizar una ilustración basada en este poema para un trabajo que tengo que realizar para clase, y dado que no veo ningún tipo de información sobre cómo usar tu obra (es decir si tiene algún tipo de licencia tipo creative commons) quiero preguntarte si tendrías algún inconveniente al respecto.

    Un saludo, y de nuevo: ¡Sigue así!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me contesto a mi mismo, la url a la que linkea el nombre está mal escrita, en este comentario ya lo está.
      Si quieres puedes echarle una ojeada (es mi perfil de DeviantArt) aunque está un poco desactualizado.

      Mis disculpas por la errata :)

      Eliminar
  6. Este escrito es increíble, sobretodo por la claridad de esta expresión en la que tanto me identifico! Sigue así. Siempre es un placer leerte. Desde el otro lado del charco, un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar

Coge altura. Deja señales.