10 ene 2014

Disyuntivo.



Tú te quedas en nuestra micropenínsula de aguadulce
 inundado de tiempo sin mi.
Incapacitado para todo lo que requiera
olvidar recordarme.

te debates entre llamadas frías y distantes
de conversaciones monosílabas
que no conducen a ninguna parte
 o gastarte lo del mes en gasolina.

Y ya no sabes si amarme, odiarme,
gastarme con roces,
o rozar el delirio de buscarme
 en noches que evacuan mi cuerpo.

El corazón tiene la misma capacidad
de amar que de odiar.
La mayoría decide amar porque se cansa menos.
Aunque se rompe más.

Te aferras a tu ateísmo cargado de argumentos
Argumentando tus razones
y me aseguras que ni tú crees en él,
ni él cree en nosotros.

Que religión es dormir con alguien
 y no necesitar la puta luz del día.
No someterte a disyuntivas
Y en cuaresma también carne.


Y bien, yo digo cariño,
Disyuntivo es quererte entre regiones
Y seguir llevando el número de las veces
Que a veces me pasas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Coge altura. Deja señales.