26 abr 2012

Dependencia o libertad.


En mi opinión lo complejo de las relaciones, es la variedad de necesidades que reside en el interior de cada ser humano. Queremos disfrutar el momento sin atarnos a alguien. Valoramos una amistad por encima de una vida en pareja. O por el contrario buscamos esa persona que nos acompañe en el día a día como órgano vital. Sexo sin compromiso, sexo con amor, relación abierta, relación de respeto mutuo...

Pero, ¿Cuándo pasamos de un extremo a otro? ¿En qué momento dejamos de ansiar nuestra libertad para coartar la del otro? Al fin y al cabo los celos no son más que carceleros que tan sólo merman la autonomía de cada uno. Al ver al otro como algo imprescindible para vivir, y desear que el también nos vea así, reducimos nuestra existencia a la mera dependencia.
Si atamos con rienda corta a la persona con la que queremos compartir nuestros días, probablemente terminemos consiguiendo que desee huir. Las cuerdas que están siempre tensas terminan deteriorándose, desafinando... En cambio, si les dejamos ser independientes amarán nuestra libertad y desearán beber de ella.

7 comentarios:

  1. Preciosas letras y reales, aunque... Con una persona con tanta genialidad como veo en tus letras, creo que se puede llegar a beber todo lo que quieras y mas, o hablar...

    ResponderEliminar
  2. Gracias. Pero son simples reflexiones. No creo que haya mucha genialidad en ellas. Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Hola Pequeña Criatura.

    Hace un par de días que te sigo a través de twitter y al fijarme que tenías blog husmeé un poco. Me pareció ver que eres extremña, la cual cosa me activó la alarma.

    Me explico, estudio filología y todo lo que son lenguas en contacto, zonas bilingües y cosas así me interesan bastante y tengo entendido que en Extremadura de eso hay para rato con el portugués, el extremeño, etc.

    Y por ahí van los tiros de este correo. ¿Sabrías decirme en qué zonas se habla el estremeñu y si lo habla solo la gente mayor o si los jóvenes tambien lo hablan?

    Gracias por tu tiempo Pequeña Criatura.

    Atentamente,
    Jordi.

    PD: Se me hace raro llamar a alguien Pequeña Criatura.

    ResponderEliminar
  4. Te refieres al Castúo? Como tal ya no se habla, ni es dialecto oficial, aún quedan algunas zonas sobre todo de Badajoz donde se conservan algunas palabras. Pero sobre todo en gente mayor. No sé decirte mucho más. Lo siento.

    ResponderEliminar
  5. Oh! Gracias Pequeña Criatura! No me has dicho mucho pero algo he sacado, no conocía el término de castúo. Gracias!

    ResponderEliminar
  6. Es muy sencillo, dale a un niño un juguete nuevo. Al principio, vivira solo para el, al poco tiempo, se liberara (si, liberara) de ese juguete, que ya no es su prioridad, con otros juguetes. Pero ojo, es SU juguete, y, aunque ya no sea su principal actividad de entretenimiento, no lo querrá compartir.
    Las personas, para el amor... somos como niños. Y eso no va a cambiar...
    Fin de mi reflexión.

    ResponderEliminar
  7. Me idenfitico al 50% con esto. Y ahora explico lo del 50%

    Quizá si hubiera leído esto hace medio año hubiera dicho "bueno, si te ocurre eso es porque no has encontrado a esa persona ideal blablabla". Es gracioso como el proceso de 'enamoramiento' se produce sin darnos cuenta, sin querer, no lo elegimos, y lo contrario, ese 'click' que hace tu cabeza cuando te terminas de dar cuenta de que no estás donde quieres, es casi instantáneo. Porque si, las dudas surgen, aún sin suceder nada en particular que pueda considerarse malo, pero hay un momento exacto en el que el agua llega al borde del vaso y empieza a derramarse. Y lo ves claramente, te das cuenta al instante. Yo no puedo vivir sabiendo que otra persona es dependiente de mi, es, en serio, la sensación más agobiante que he tenido jamás. Recuerdo el día en el que rompí con todo, al día siguiente era sábado, y fue uno de los días de mas curro en mucho tiempo (trabajo en un Carrefour así que te haces a la idea, me declaro muy muy fan de esa gente que va en hordas el sábado a comprar el sábado al mediodía y se queja de que las colas son muy largas... haber venido otro día, imbécil), y sin embargo me sentía como flotando, como si hasta ese momento hubiera estado atado con unas cuerdas que me recordaran que YO NO ERA YO SOLO, como si me hubieran quitado unas botas de plomo que hubiera calzado toda mi vida. Y yo eso, ni puedo ni quiero vivirlo.

    El 50% restante se lo dejo a la posibilidad de que sea yo el que no esté preparado para esto en ninguna situación, sin importar el 'nivel de atadura' de la otra parte. Y si es así, encantado, no puedo ser más feliz. Odio que haya gente que aún piense que una persona tiene que crecer, encontrar pareja y vivir juntos. Y los sigue habiendo, creedme. Mi libertad es lo más importante, y tengo la suerte de ser yo el único que la controlo. No voy a fustigarme para que mi vida entre en el tren que va por raíl que dicta 'la mayoría'. Prefiero un coche en una carretera con varias direcciones. Y ojo, no estoy diciendo que elegir otra cosa sea borreguismo o anular la libertad de cada uno, nada más lejos.

    Un saludo guapa.

    PD: No se como saldrá esto de nombre (imagino que con el real), pero soy Heikki360 :P

    ResponderEliminar

Coge altura. Deja señales.