8 oct 2012

Quiero vivir contigo.

Siempre hablándole a los papeles de nosotros, este cuaderno está cansado de oír la misma historia, de leer las mismas palabras.
¿Qué nuevo puedo decir de dos pieles que se necesitan? Que se aúllan como lobos para ver si el otro percibe su presencia.
Va todo tan bien cuando nos va bien todo... Aún así no puedo evitar volver a decir "Te echo de menos". Y de tantas veces que lo has leído, y de tantas veces que me lo has escuchado, seguramente ya no sea importante para ti. Pero sigue siendo tan real como la primera noche que me tuve que despedir, entre agua salada de ojo y labios temblando de miedo. 
Cada mañana subo la persiana como si el paisaje fuera a ser otro, como si fuera el nuestro. Pero es el mío, el de mi ciudad, que tiene tantas ansias de tu cuerpo como mi cama. Que apenas te conoce, pero que también se muere de ganas. Que no tiembla desde hace tiempo, pero que espera que suceda.
Y tú sonríes vanidoso cuando te cuento todo esto, entonces se calienta el teléfono a base de susurros y promesas de mayores.
¿Sabes? Estoy entrenando para ser ordenada, o al menos para no ser un desastre, últimamente dejo las llaves siempre en el mismo sitio, y casi nunca se me pierden, o casi siempre las encuentro. También me ha dado por limpiar todos los jueves a la misma hora. Y aunque no me ves, imagino que estarías orgulloso de mi. Dirás que no sirve de nada si el fin de semana de recuentro me dejo la ropa por todo tu cuarto. En realidad es una táctica, te acordarás más de mi si te pongo de los nervios, siempre he sido una astuta estratega, aunque nunca me ha servido para ganar batallas.
Adoro sacarte los colores y también de tus casillas. Lo suyo sería, o lo nuestro en cualquier caso, que no te cansaras nunca de mis manías, ni yo de tus olores. 
Acuérdate de venir siempre hirviendo ahora que se aproxima el frío, que ya sabes que se me congelan los pies, y que sólo me alivia tu edredón, a veces incluso la calefacción del Laguna.
Deberías venir ya, o yo debería volver, que tengo millones de tonterías en la cabeza, y lo reconozco, sin ti no sé que hacer con ellas.
Y por si nunca te lo he dicho, propuesto, o prometido... quiero vivir contigo.

2 comentarios:

  1. MMmmmmmm me dejas con la boca abierta, tenemos una ligera idea de que Cris esta enamorada el caso es de quien no?? aajaj y se puede tener una ligera idea es solo pensar y revisar sus tweets

    ResponderEliminar
  2. En ocasiones nuestros defectos dicen más de nosotros que nuestras virtudes, nos definen y nos hacen diferentes, y las manías de una pequeña criatura estoy segura de que compensan y mucho a los eventualmente "vanidosos", redundancia implícita en el género masculino por excelencia. Felicidades Cris por el blog, por cómo escribes, y por cómo eres. Alguien ha hecho un buen trabajo ;).

    ResponderEliminar

Coge altura. Deja señales.