16 ene 2014

Al amor no se le pregunta.

La gente a la hora de querer, o de no querer, de creer o no creer. Se hacen miles de preguntas sobre el amor, y se empeñan en delimitar su significado y funciones. Incluso la duración o intensidad del mismo.

Quizás en lugar de preguntar tanto deberíamos dedicarnos a vivirlo. Porque finalmente existen tantos tipos de amores y relaciones como personas en el mundo. Puede que incluso más.

Puede que quieras a una persona en toda tu vida o a miles, puede que tengas un amor tranquilo, estable, o un amor que te consuma, que te queme. Puedes amar tanto a alguien como para querer compartir toda tu vida con ella, y aún así enamorarte de los mundos de otras personas. Puedes tener amores caducos o perennes. Puedes amar a tu trabajo, tu tierra, un gesto, un momento, una canción...
Puedes amar y dejar libre, amar y ahogar, amar y ser amado, amar y que no te amen, amar y no saberlo. Amar a alguien, desear a miles. Amar y desear a la misma persona... Amar y hacer feliz. Amar y herir. Amar, fallar y volver a intentarlo, o, por el contrario, desistir. Amar a gritos, en susurros o en silencio...

Pero si hay algo que no necesita el amor, es hacerse preguntas.


2 comentarios:

Coge altura. Deja señales.