3 dic 2012

Basada en besos reales.

He tratado de quererte suficiente en lugar de demasiado, asumo que sería la forma más perfecta de libertad. Y créeme que me esfuerzo cada día.  Pero al final resulta que te doy más importancia de la que me puedo permitir, porque se crea una especie de estúpida dependencia, y eso nunca ha sido bueno en ningún aspecto de la vida.
Es bastante incómodo pensar en tu espalda en clase de Política, querer gritarte en mitad del metro y que ni si quieras estés ahí, oler tu colonia, darme la vuelta en el paso de cebra y que el muchacho no seas tú.
Sería agradable no estar falta de caricias más de dos semanas seguidas. Necesito que ahora mismo, en esta habitación, en este instante, justo en este momento, me hagas reír como sólo tú sabes, porque a lo mejor no muero de amor, pero seguramente lo haga atragantándome con una carcajada.
Yo lo que quiero es fumar tus labios, que esos me hacen crecer más en una calada, que en un millón de años.

¿Te suena esta historia? Está basada en besos reales.

Era una chica pequeña y menuda, ese día él la llevaría al cine con su coche nuevo el serie5 que tanto esfuerzo le había costado. La Criatura era consciente de que a él no le gustaría la película, así que tenía que compensarle con algo, ella no solía vestir con faldas y demás por el estilo. pero se puso un vestido de los años 80 de la adolescencia de su tía en pleno siglo XXI y los tacones negros más altos que encontró. Se ahuecó las ondas de su pelo y añadió negro a sus ojos color miel. Y de pronto llaman a la puerta, y ella tan nerviosa y tan patosa como el primer día, baja torpemente las escaleras, como había ensayado, mirándole a él a los ojos, que le esperaba de etiqueta en el primer escalón. 
De repente el se pone colorado, sonríe inevitablemente, le tiende a la chica la mano y le ayuda a bajar casi flotando. Primero dijo que el vestido era demasiado corto, y demasiado apretado, pero que la chica estaba demasiado preciosa, y ella se puso demasiado colorada.
En el cine, como era de esperar, él se durmió en su hombro. Ella sabía de su esfuerzo, y aunque odiaba las discotecas cedió a cambio de ginebra,  porque a él le apetecía bailar, y aunque a ella no se le daba bien seguir el ritmo de la música, o más bien le aterraba, decidió hacerle feliz.
Descubrió que no fue tan mala idea, y en el momento más absurdo de la noche, también el más desconcertante, el DJ gritó a los clientes que levantaran algo que brillara, de repente la chica se vio suspendida en el aire, todo fue muy rápido, él la sostenía, todos miraban, ella estaba abochornada  pero luego pensó que fue el gesto de amor más brillante y original que había tenido en mucho tiempo.
Y él, que no era mucho de palabras y declaraciones, consiguió que ella se quedara muda también, muda pero feliz. Porque a veces se pueden vivir de los gestos, disfrutar del silencio, y creer en él.

1 comentario:

  1. Cristina, te escribe un desconocido desde un lugar cuyo nombre carece de importancia, como también el mío. Puede que te dé alguna pista, solo por conocer tu agrado, sólo por ver una vez más, el amor que le profesas a la palabra escrita, al arte y al uso del Don que tienen tus manos, guiadas por tu corazón, de crear a base de símbolos codificados paisajes e historias que invitan a la reflexión, invitan a cerrar los ojos y dejar que dibuje esa historia la imaginación.
    Haces que las frases y palabras, consonantes y vocales, carentes de todo sentido por separado, se fundan y confluyan en armoniosa sincronía en un tango apasionado de letras entrelazas, ninguna mas importante que otra, ni otra mas necesaria que la anterior, haciendo de un mecanismo perfecto funcionando con exquisita correspondencia entre la técnica y la pasión. "Cuídate de aquel que sepa escribir, pues es capaz de enamorarte sin que siquiera te toque" Desconozco quién escribió tan acertada frase, ni que motivo le impulsó, pero desde la mayor humildad de la que puedo armarme intentaré dotarla de cierta enmienda. Me refiero al poder que personas como tú, las cuales nacen con un talento tan hermoso, son capaces de contagiarte sus alegrías, sus preocupaciones, inquietudes y sensaciones. Personas que dejan ver luz en medio de tanta oscuridad, que dejan ver que no todo es cruel y obsceno, violente o insensible, lejano o frío… Personas como tú, ponen en evidencia que hay muchas cosas, muchas personas y muchas razones para creer en la hermosura de lo humano, en la complejidad de cada pequeño mundo que es cada persona de esta Tierra. Fíjate hasta que punto eres capaz de hacer de otros un sentimiento tuyo que incluso yo me atrevo a escribir estas líneas con pequeño y modesto acento profundo o poético.
    Lo que más me hace pensar es que... Una vez le dije a una muchacha, cuyo recuerdo guardo bajo en un cálido rincón de mi ser, "¿Sabrías describirme que es amor?" ella se esforzó en iniciar la respuesta pensando que la estaba probando y la tranquilicé con una sincera sonrisa y contestándome a mí mismo "No se puede describir el verdadero amor, pues cualquier palabra que uses se quedará demasiado corta, el mayor de los halagos que se te ocurra te parecerá insuficiente y no encontrarás ninguna palabra, que haga pueda hacer justicia a esas sensaciones que significan amar" pues sabes, leyéndote a ti empiezo a creer que me equivocaba pues tu historia de amor es capaz de embelesar, de hacer de tu expresión escrita tu propia sensación de felicidad, ese placebo de ver como hay cosas a las que jamás nadie podría poner un precio o una etiqueta, que incluso en el S.XXI existen amores con sello de “novela de caballería”.
    Espero, pequeña criatura, que este intento de halago, estos párrafos aprendices de agradecimiento, sean capaces de hacer que sonrías un momento, y que te animen a propagar tu Don, que hagas de tu talento un tesoro para todos, que ojalá algún día estampes en unas hojas, con característica caligrafía mecánica, sobre 2 tapas duras y un código de barras en el reverso.
    Una, y mil veces gracias, Cristina, por hacer de tu amor, una inspiración.

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